jueves, 14 de febrero de 2013

14 DE FEBRERO. PARTE 1

Y con lágrimas en los ojos Antonia le dijo a José, ¨hasta aquí llego yo, hemos terminado..."

Antonia y José se conocieron en la escuela cuando cursaban el 3º de secundaria. Ella era recién ingresada ya que anteriormente estudiaba en su natal Tlaxcala y se acababa de mudar a la ciudad de México. Cuando la maestra Josefina le pidió a Antonia que levantara de su asiento y se presentara ante sus nuevos compañeros, José quedo flechado instantáneamente. No dejaba de pensar en ella y en su dulce voz durante todo el día, era imposible sacarse de la cabeza su hermosa cabellera larga y rizada, sus ojos claros, nariz pequeña, labios carnosos de un rojo carmesí y un cuerpo torneado cubierto de una piel apiñonada. Era una Diosa para José, cada que la veía sentía que su pantalón se levantaba como tienda de campaña e iba a reventar. José que era un adolecente sin mucho que ofrecer (físicamente hablando) flaco, de cabello valiente (que nunca se echaba para atrás) tés blanca y rostro cubierto de barros propios de la edad, no muy buen estudiante, pero mañoso y mentiroso como él solo. Sabía que no tenía muchas posibilidades ante tal belleza, por eso tenía que sacar provecho de sus habilidades para conquistar a Antonia a como diera lugar antes de que otro más afortunado le ganara el mandado. Pasó varias noches en vela ideando la manera de llamar su atención, vendió su medalla de la primera comunión, la esclava de oro que le regalaron sus padrinos de bautizo, sus LP´s etc. Y todo para poder darle a Antonia algún tipo de  detalle todos los días hasta que ella le hiciera caso. Le llevaba rosas y se las ponía en su pupitre, le escribía poemas y los escondía entre las hojas sus cuadernos- A la hora del recreo, metía en su mochila muñecos de peluche de diferentes tamaños y formas, estaba muy atento para cuando ella iba a pagar su consumo en la cafetería, entonces él se aproximaba y se ofrecía muy amablemente a pagar su cuenta. Antonia sabía perfectamente que José (y muchos más) moría por ella, estaba consciente de que era una niña muy bonita y le gustaba sentirse admirada, pero no pretendía tener ningún tipo de relación con ninguno de esos niños ya que ella esperaba la llegada de su príncipe azul. Pero a pesar de eso y de que José no le gustaba mucho, no pudo resistirse a tanto detalle y acepto salir con él. Primero la invitó a tomar un café un par de veces y después le propuso ir al cine, ella aceptó gustosa, ya que se dió cuenta que se divertía mucho con José por que la hacía reír mucho. Quedaron de verse en Perisur a las 3:00pm porque la película empezaba a las 4:15pm  así podían aprovechar el tiempo y pasear por la plaza en lo que daba inicio la película (¨Ghost¨ era la película, José había escuchado que esa película era muy romántica y quería aprovechar la oportunidad para hacer su primer movimiento). José llego a la plaza a las 2:00pm no quería llegar tarde a su primera cita, compró los boletos para que cuando llegara Antonia no perdieran tiempo en la fila de la taquilla. Mientras tanto recorrió todos los pisos del centro comercial para hacer tiempo, compró un par de rosas, se miró al espejo 245 veces para verificar que no estuviera despeinado y exprimirse uno que otro barrito, se limpiaba los zapatos con su pantalón cada 9 pasos, checaba que la camisa no se le hubiera desfajado, se ponía la mano frete a la boca y soplaba para checar su aliento, aún así se chupaba las Halls una tras otra ya que en cualquier momento podía llegar Antonia, checaba su reloj cada 30 seg. para ver si el tiempo ya había pasado y cuando vió que faltaban 5minutos para las 3:00pm y su corazón se aceleraba a una velocidad de 7 latidos más por segundo, de su ya de por si acelerado pulso. Se fue acercando a las salas del cine para verificar que Antonia había llegado y nada, él ya con los nervios destrozados no aguantaba más la espera y pensaba ¨pinche vieja pues que se cree, ni que estuviera tan buena, neta que si no llega en 5min... La mando a chiflar a la loma¨ (en realidad dijo otra cosa, pero como es un cuento de amor no lo puedo escribir) ¨aquí estoy como pendejo esperando desde temprano y no llega, pero en que estaba pensando, si Roberta de 3º ¨B¨ esta mejor que esta, 10min más si no... ahora si me voy¨. Así se la pasó refunfuñando hasta que dieron las 4:20, en eso Antonia hace su aparición, con el cabello mojado, unos jeans apretados verdes, unas zapatillas rosas y una blusa multicolor, que parecía que su mamá había cosido todos los retazos de tela que se había encontrado. ¡Hola Pepe!, perdón por llegar tarde, es que se descompuso mi secadora y no me podía secar el cabello, le pedí la suya a mi hermana mayor y no me la quería prestar, luego mi mamá no encontraba las llaves del auto, en fin ¿tiene mucho que llegaste? No, contesta José, a lo mucho 15min. en lo que compré los boletos se me pasó el tiempo volando y no te apures yo sería capaz de esperarte toda una eternidad, por cierto, que guapa te ves hoy, nunca pensé que pudieras estar más linda de lo que te veo a diario y de tu buen gusto para vestir ni hablamos, pareces modelo de Milán (de Milano). Se tomaron de la mano y corrieron a la sala donde se proyectaba la película, todavía compraron las respectivas palomitas y los refrescos. Les costó trabajo encontrar un par de asientos juntos ya que habían entrado tarde, la luz estaba apagada y la película ya había comenzado. En la escena donde su Patrick Sweyze le pasa la moneda a Demi Moore por la puerta, Antonia empezó a llorar y José aprovecho para abrazarla y consolarla, ella se acomodó en su hombro y el supo que era el momento para besarla, ella respondió al beso y José sintió que estaba en el cielo.
A partir de ese momento sellaron su relación y empezaron un noviazgo, con sus altas y sus bajas. Mutuamente se presentaron a sus padres, iban a todos los eventos familiares juntos, y de vez en cuando José se quedaba a estudiar en casa de Antonia. Una tarde los papás de Antonia tuvieron que salir y los dejaron solos en casa, José aprovecho el momento y se le abalanzó a Antonia con besos y caricias, ella respondió de la misma manera, el fue besándola por el cuello, desabotonó la blusa y logró desabrochar el sujetador, comenzó a besarle los pechos mientras ella le acariciaba la entrepierna, José siguió besándola en el cuello, en la boca, metía su lengua en el oído mientras ella comenzaba a jadear, ella le quito la playera y también lo besaba en el pecho, le apretaba las nalgas con una fuerza que ni ella misma lo podía creer. El se aflojó el botón del pantalón y comenzó a besarla desde el cuello hasta llegar a su cintura al mismo tiempo que la recostaba en la mesa, Antonia se mordía los labios para no gritar de placer, José arañaba sutilmente los costados del cuerpo de Antonia mientras besaba su vientre, ella con una mano jalaba el cabello de José y con la otra se metía un dedo a la boca y comenzaba a chuparlo sacándolo y metiéndolo repetidas veces de su boca, José con dificultades logró bajarle el pantalón y quedo a la vista unas pantaletas blancas, totalmente mojada de la parte inferior. Él, al ver eso, sentía que el cuerpo le quemaba, estaba sudando y la respiración se le había acelerado al doble, sin pensarlo dos veces estaba a punto de bajarse el pantalón, cuando ella dijo ¨NO, espera, aún no estamos listos para esto¨ a lo que él respondió ¿Queeé? ¿Cómo que no? ¿Pero, pero, pero, por qué? Quizás más adelante cuando tengamos edad para poder hacerlo responsablemente, te prometo que muy pronto lo haremos respondió ella. José se le quedo viendo con una cara de ¨te voy a madrear¨ pero no le quedo de otra que vestirse e irse a su casa cantando una canción de Luis Miguel que decía algo así ¨te voy a violaaaar, uoo uoo, palabra de honooooor, te tengo que violaaaaaaaar¨. Llegó a su casa con un dolor de hue…sos (es que como estaba sudando y salió al frío)  y se puso a lavar a mano (porque se había manchado la camisa de Cátsup de las papas a la francesa que estaban botaneando). Pasó el tiempo siguieron su noviazgo y cada vez que José podía le insistía ¿hoy si? No, el fin de semana se van a ir a una comida mis papás y lo hacemos ¿te parece? Contestaba ella, llegaba el fin de semana y nada, te prometo que ahora si el siguiente fin de semana será crucial para nuestra relación. Impaciente esperaba José el fin de semana y nada, es que me bajo y así no podemos decía Antonia el siguiente ahora sí sin escusa ni pretexto, el pobre de José se sentía como aerolínea en concurso mercantil, pues no veía claro cuando iba a ser ¨el gran día¨ se lo traían a pura promesa y le posponían el evento cada semana, solo podemos darnos unos fajes ¨fraternales¨ decía Antonia y José ya estaba hasta la madre de sus fajes fraternales, él quería a como diera lugar que ya se pronunciara por un ¨si, hoy es el día¨ pero así se lo trajo más de dos años y medio. José, como todo buen mañoso, un día invitó a Antonia a ver una película a su casa, sabiendo que sus padres estaban en Cuernavaca el fin de semana, compró una botella de vino, velas, rosas y puso música romántica. Ella llegó, se sentaron en la sala, el empezó a besarla y cuando se calentaron los ánimos ella dijo espera ¿no que íbamos a ver una película? ¡Está bien! ¿Cuál quiere ver mi corazón hermoso? La de ¨Ghost¨ ¿te acuerda cuando la vimos en el cine?, fue cuando empezamos a salir juntos, la veo y sigo llorando, me encanta porque me recuerda nuestro primer beso, ¿cómo olvidarla mi amor?, contestó él, si así te voy a amar toda mi vida, incluso si algo me llegara a pasar hasta en la otra vida te seguiré amando, vida mía, no digas eso José, no quiero que jamás te pase nada, si no que voy a hacer sin ti, me moriría yo también de la pena, ay eres taaan romántico, ¿ya ves porque te amo tanto? Y yo a ti mi cosita adorada. Empezó la película y él sin preguntar le sirvió una copa de vino, ella no supo que decir y se la tomó. A la tercer copa se sentía ya un poco mareada y fue cuando José pensó ¨ahora es cuando¨  se le echo encima y ella con los efectos del alcohol termino dando... salva se la parte.
Con el paso del tiempo le siguieron poniendo ¨Jorge al niño¨ pero ¡¡como conejos!!, como niños con juguete nuevo, de a ¨cucharita¨, ¨chivito al precipicio¨, ¨viendo a La Minerva¨, ¨chico grande y mameluco¨, ¨La Hurracarrana invertida con doble mortal, vuelta al mundo y castigo al pequeño Morgan¨ (posición sumamente complicada y peligrosa) hasta que un día llegó Antonia y le dijo a José: tenemos que hablar, ¿de? Contestó él, estoy retrasada, pues apúrate dijo José, ¡NO SEAS MAMÓN! Esto es serio, y ¿qué vas a hacer?, ¿Cómo que qué voy a hacer? ¿Qué VAMOS a hacer? -preguntó ella muy alterada- Se miraron mutuamente y se abrazaron, ella lloraba inconsolablemente mientras el acariciaba su cabello y le decía ¨tranquila, todo va a estar bien¨.
Esta historia continuará…